15 de mayo de 2012

ASTAZOUS POR LA CARA NW DEL GRAN ASTAZOU

Ascensión en solitario al Astazou Oriental y al Occidental a través de la cara NW del primero.
La idea original era haber ascendido por el Corredor Swan, pero la imposibilidad de acceder a este corredor desde el inicio de la ascensión, me hizo tener que subir por la citada vía,
He dibujado de manera aproximada el recorrido seguido:

He ascendido tres veces anteriormente este corredor - la primera vez hace casi 25 años- dos en solitario y otra en compañía de un amigo. Lo había intentado anteriormente otras cuatro o cinco veces, en compañía de mi mujer, en solitario... Esta vía siempre va a tener un gran significado sentimental para mí.
Este invierno le compré a Fernando (Andua) unos crampones que él ya no iba a utilizar, unos Charlet Moser Super 12, una auténtica joya con un más que bonito historial. Tal y como me dijo Fidel, parece que me dedico al coleccionismo de crampones -tengo unos cuantos-, pero no podía perder esa oportunidad, los crampones coordinan perfectamente con mis piolets Charlet Moser Pulsar...
Le prometí a Fernando que el día que los estrenase sería en una vía que estuviese a la altura de ese historial. Este es el relato de una promesa.
Llego a Gavarnie a las 17:00 horas. El pueblo está lleno de turistas. Contemplo por primera vez mis objetivos:

La idea es subir a la Cabaña de Pailla donde pasaré la noche. Dado que tengo mucho tiempo hasta anochecer, decido ir hasta el fondo del Circo y dirigirme a la cabaña a través del sendero que comienza junto al Hotel du Cirque. Antes, echaré una vistazo al Cementerio de los Pirineístas, un bonito lugar para descansar para siempre:

Es muy emocionante localizar los nombres de Jean Arlaud, Georges Ledormeur, Ludovic Gaurier, y como no, Celestin Passet en las sepulturas. Voy remontando el valle por la margen izquierda del río.

Las nubes comienzan a tapar las cimas del Circo.

La Gran Cascada está a rebosar de agua.

Dejo el Hotel du Cirque, y siguiendo la señalizada HRP me dirijo hacia el Plateau de Pailla.

Echo un vistazo a Gavarnie. Está entrando mucha nube...

El sendero transcurre por senderos casi tallados en la roca, al comienzo...

y por un bonito bosque mixto después.

El sendero pasa junto al Refugio de Pailha...

y un poco más adelante empalma con el sendero que viene desde Gavarnie. Desde aquí, en diez minutos, llegamos a la Cabaña de Pailla. Al fondo asoma el remodelado Refugio de Espuguettes.

Como ya sospechaba, no voy a poder contemplar las bonitas vistas de los Astazous que hay desde aquí.

Varias decenas de rebecos son la única compañía que voy a tener.

Aprovecho para acercarme hasta una gran avalancha que voy a tener que atravesar mañana de noche. Parece un glaciar.

Mientras estoy cenando en la puerta de la cabaña, las nubes comienzan a despejarse y me brindan un precioso atardecer:


Para las 21:00 ya estoy dentro del saco. A las 03:00 horas suena el despertador y para las 03:30 ya estoy andando. Subo hasta la cascada situada en la base del Corredor Swan. He tenido que atravesar una complicada rimaya que no conocía de las tres veces anteriores que he subido por aquí. La cascada no está formada, pero tampoco me preocupa, ya que no es la primera vez que he tenido que trepar por las rocas situadas a su izquierda.
Espero sentado en una repisa a que se haga de día. El Pimené se recorta sobre un bonito amanecer:

Aquí debería de estar la helada cascada del inicio del corredor... sólo cae agua.

Tras un delicado flanqueo por las rocas, comienzo la ascensión. La nieve está perfecta, por lo que iré ganando altura aprovechando las lenguas de nieve.

Un par de veces llegué a zonas sin continuidad de nieve, que me hicieron tener que perder altura de nuevo.

El sol comienza a iluminar las grandes cimas: Vignemale, Garmo Negro, Infiernos, etc.

Y el fondo del valle parece que está cubierto por las nubes.

Poco a poco sigo ganando altura.

El valle sigue cubierto por las nubes:

Tirando de zoom asoma el Collado Swan.

Otras veces, me he incorporado desde aquí al corredor, pero esta vez, la poca nieve que hay, forma un profundo corte entre las rocas por donde estoy subiendo y este, por lo que decido seguir subiendo por esta vertiente. Vistazo abajo:

Y arriba. Poco a poco voy enfilando hacia la izquierda:

El valle cada vez está más cubierto.

Llego al tramo más empinado de la ascensión:


Asoma ya la arista cimera y sus cornisas. Enfilo directamente a esa brecha visible en mitad de la cornisa.

Casi estoy a la altura del Pequeño Astazou:

Llego a la arista. Se acabaron las dificultades, pienso... -iluso de mí, todavía no sabía lo que me esperaba en el descenso por el Collado de los Astazous y las Rochers Blancs-

El panorama que se dislumbra, aunque sea conocido, nunca deja de emocionar. Un montañero catalán, con el que luego compartiré cima, se encuentra en el Collado Swan:

Ni paro, enfilo directamente hacia el Gran Astazou.

La arista está entretenida...

Últimos metros...

08:50. Llego a la cima. La Norte del Monte Perdido está preciosa.


Tras llamar a casa y almorzar, llega el montañero catalán. Le pido que me saque una foto:

Después de algo más de media hora de cháchara, nos despedimos y comienzo la travesía hacia la siguiente cima.

Llego al Collado Swan. Un vistazo al tramo descendido:

Y otro al corredor:

Me dirijo hacia el Pequeño Astazou evitando los cortados de su vertiente norte.

Este tramo impresiona más de lo que es en realidad.

Un vistazo atrás hacia el Gran Astazou. Por ahí he subido:

Últimos metros...

10:15 Haciendo equilibrios en la cima...

Casi 20 años de diferencia separan estas dos fotografías:

Comienzo el descenso hacia el Collado de los Astazous.

No hace falta llegar hasta él, con la nieve que hay, enfilo directamente hacia terreno conocido de la anterior vez que pasé por aquí, durante la ascensión por la arista norte del Marboré.

Se baja rápido...

Ahora he de localizar el paso hacia las repisas horizontales, paso clave de la ascensión por esta vertiente.

A partir de ahora guardaré la cámara. Este tramo es el más expuesto de toda la jornada, y desde luego, no lo volvería a repetir.Tendré que destrepar cascadas heladas bajo una fuerte ducha de agua, bajar de cara a la pared empinados corredores, etc. pero por fín, llegaré a la base del cortado. Un vistazo atrás:

Un vistazo al Corredor N del Marboré, y al corredor situado a la izquierda, por donde descendí con Gaizka la segunda vez que subí el Corredor Swan.

No me entretengo, todavía con el miedo en el cuerpo, continuo el descenso, que aún queda mucho...

Última foto que sacaré antes de guardar la cámara definitivamente. No quiero perder más tiempo, ya que este descenso se está prolongando demasiado. Definitivamente, no fue buena idea el haber elegido esta vía de retorno.

A las 14:30 horas llego de nuevo a la Cabaña de Pailla. El panorama no tiene nada que ver con el de ayer:

Tras descansar un buen rato y comer algo, recojo las cosas y bajo hasta Gavarnie por el sendero habitual, a donde llegaré a las 16:00 horas.
Creo que el estreno de los crampones estuvo a la altura de lo prometido, y si ellos pudiesen expresar sus sentimientos, estoy seguro de que se hubiesen emocionado recordando tiempos pasados, como lo hizo su actual propietario...