24 de julio de 2016

PICO ANETO POR LA ARISTA SUR Y VIVAC EN LA CUMBRE

Ascensión al Pico Aneto por su Arista Sur en compañía de Ainhoa, Ana, Asier y Jon, durmiendo posteriormente en su cima.
La previsión metereológica era inmejorable para poder cumplir el objetivo: el cielo iba a estar despejado, no iba a hacer excesivo frío y una luna apenas menguante nos iba a iluminar la noche.
Además, contábamos con el aliciente de que ese fin de semana se disputaban las diferentes pruebas organizadas alrededor del Gran Trail Aneto-Posets, con lo cual, el ambiente en Benasque estaba asegurado...
Después de cenar dimos una vuelta por la zona de meta para animar a los corredores que iban llegando...

tomamos una cerveza en el mítico Rabasón...

y nos dirigimos a dormir a Senarta. No había prisa, esta vez no teníamos que tomar como todas las anteriores veces el autobús de las 05:00, si no que tomaríamos el de las 09:15.
Nada más bajar del autobús, a las 10:00, comenzamos a andar. El Refugio de Coronas y los alrededores estaban ocupados por las personas que estaban ayudando en el avituallamiento del trail.

No tenemos ninguna prisa por llegar a la cima, por lo que iremos subiendo tranquilamente.
Iremos remontando el Barranco de Llosás hasta llegar a la Pleta de Llosás desde donde veremos por primera vez nuestro objetivo:


De esta forma llegaremos hasta el Ibón de Llosás.

Aprovechando el día tan bueno que hace y por hacer algo más de tiempo, nos daremos un bañito en sus frías aguas...

una buena siesta....


y continuamos ruta. Al fondo asoma la Cresta de Llosás, en donde estuve hace poco más de un mes y que hace un año recorrí con Jon.

Hace un mes se subía mejor con la dura nieve que había, esta vez toca sufrir un poco más. Además, llevamos mucho peso en nuestras mochilas y las paradas para descansar son abundantes...

Llegamos a la altura de la Brecha Superior de Llosás. El objetivo de hace un mes era precisamente medir la prominencia de las tres agujas situadas al norte de la brecha y comprobar si cumplían los requisitos para incluirlas en el listado de tresmiles fantasmas. La primera de ellas me dió una prominencia de 10,482 m respecto a la brecha situada al norte. Demasiado justo; con el margen de error de los gps no se puede determinar si realmente llega a los diez metros... Esta es la aguja:

Seguimos subiendo por este inmenso pedregal.


hasta llegar por fín al inicio de la Arista Sur.

Nos equipamos para la ascensión...

y comenzamos a ganar altura:

La escalada es muy disfrutona:



Nos lo tomamos con mucha tranquilidad:




Incluso nos permitimos el lujo de equivocarnos y tener que retroceder de nuevo...

Con la pérdida de tiempo por el despiste nuestro, a Ainhoa, Ana y Asier les ha dado tiempo a subir a la Aguja Escudier.

Nosotros nos conformaremos con subir los últimos metros de la Canal Sita...

y volvernos a juntar en el tramo final de la Arista de Llosás:

El tiempo ha cambiado completamente y nos encontramos rodeados por las nubes:



Atravesaremos la Aguja Daviu...


e iremos poco a poco avanzando hasta la cima. Las ganas de llegar son insoportables, llevamos demasiadas horas con demasiado peso sobre nuestras espaldas...

Además, tenemos la suerte de que las nubes se están despejando...

Últimos metros...

Por fin... ¡CIMA! Foto de grupo al día siguiente


Hace ya más de once horas que bajamos del autobús y hemos sufrido durante la ascensión, pero dormir bajo la estrellada noche y el ver amanecer desde la cima justificó todas las penurias sufridas...