3 de septiembre de 1985

ASCENSIÓN AL MONTE PERDIDO

Ascensión junto a Mari Carmen, la que hoy es mi mujer, al Monte Perdido, nuestro primer tresmil, por la ruta normal de Góriz.
Aquella era nuestra primera salida solos al Pirineo, por lo que había que disfrutar de ella...
La idea era hacer una travesía por lugares con nombres de ensueño: Ordesa, Monte Perdido, Brecha de Roland, Gavarnie, etc, entrando al Parque Nacional por España y regresando a casa por Francia En aquella época no había autobuses que llegasen hasta Torla, por lo que haciendo varios transbordos, llegamos a Biescas, donde tuvimos que hacer auto-stop para poder llegar a Torla. Tuvimos suerte y enseguida nos cogieron una pareja de alemanes.Tras dormir en un camping del pueblo, al día siguiente volvimos a subir a la pradera haciendo auto-stop y comenzamos por fin a andar... qué tiempos....
No tenemos muchas fotos de la travesía, por lo que no va a haber un gran reportaje fotográfico
Llevábamos uno de los antíguos mapas de Alpina (los de las tapas rojas) que cubría justo lo que era el Parque Nacional y parte de la zona francesa, y con eso y unos apuntes, nos íbamos a recorrer haciendo auto-stop el tramo Gavarnie-Lourdes-Donostia. Qué tiempos
Y del material que llevábamos, mejor no hablar. El material técnico todavía no se había inventado... Recorriendo el fondo del Valle
Subiendo a la Cola de Caballo
Tras dormir en un Refugio de Góriz nada saturado, comenzamos la ascensión. El recorrido está suficientemente documentado en otras webs, por lo que no hace falta repetirlo. Un poco antes de llegar a La Escupidera.
Subiendo por la Escupidera del Monte Perdido
y una vez superado este paso:
Subiendo por la Escupidera del Monte Perdido
Llegamos a la cima. Acababa de dar comienzo el sueño... ya sólo quedaban 211.
Cima del Monte Perdido
He vuelto a estar otras cuatro veces en esta misma cima ascendiendo por todas sus vías clásicas, y lo he intentado otras cuantas más, pero esta, evidentemente, tiene un significado especial.
El año que viene van a ser las bodas de plata de esta ascensión, y habrá que volver a celebrarlo.
Tras disfrutar largamente de la cima, volvimos a bajar al refugio, donde tras recoger nuestras cosas, nos dirigimos hacia el Refugio de Sarradets.Tras atravesar la Brecha de Roland, descendemos por el nevero permanente.
Bajando de la Brecha de Roland
Este tramo sí que ha sufrido una gran transformación en estos últimos veinte años. Cuando lo recorrimos, la nieve tenía bastante más espesor de lo que tiene en la actualidad, de tal forma que desde la misma Brecha se entraba directamente en el nevero.
Hoy hay que destrepar un pequeño tramo por roca descompuesta hasta acceder a la nieve. Pasamos la noche en el Refugio, y al día siguiente descendimos al pueblo de Gavarnie a través del Vallée des Pouey d'Aspé.
El entorno nos fascinó tanto, que decidimos quedarnos varias noches en un camping del pueblo. Acababa de surgir un amor hacia este pueblo, que nos ha hecho volver a él infinidad de veces... y seguimos haciéndolo.